Comenzamos con la Eucaristía, muy participada y además animada por el grupo musical Espíritu Misionero. A continuación, una religiosa misionera nos dio su testimonio. Después hicimos unos juegos y dinámicas entorno al tema.
Comimos en el jardín, compartiendo entre nosotros y con grupos de otras parroquias. Nos acompañó el buen tiempo: una temperatura muy agradable y un sol casi primaveral. Y tras la comida, participamos en una divertida gymkana, con pruebas para mayores y pequeños.
¡Fue un día fantástico!