Hoy, domingo III de Cuaresma, hemos celebrado con una semana de retraso el día del seminario. Como nuestros queridos seminaristas, David y Carlos, estaban dando su testimonio en otras parroquias, hemos esperado para poder celebrarlo con ellos. Muchísimas gracias a los dos por compartir vuestra vida, vuestra vocación con nosotros. Ha sido precioso poder escucharos. Rezamos por vosotros, por vuestros compañeros y por vuestros formadores.