En este Domingo especial en el que nos despedíamos de él por finalizar su Visita, él estuvo una catequesis entera con nosotros, los grupos de Postcomunión y Confirmación.
En esta catequesis conjunta con los niños y sus familias, el Obispo nos dio testimonio de su vida y su vocación, atendiendo a todas las preguntas y dudas que surgían desde los más pequeños hasta los más mayores. Un verdadero diálogo cercano que la mayoría no volveremos a tener con un obispo, es decir, un regalo.
Como agradecimiento a su paso humilde y cercano a nuestra parroquia y a nuestros jóvenes, adolescentes y niños, decidimos entregarle el signo que os identifica como parroquia en los grupos a partir de la Comunión: LA PAÑOLETA.
Así siempre podrá recordar que en nuestra parroquia ya le consideramos uno más, con mucho aprecio y cariño.
¡Estamos muy agradecidos a su esfuerzo y dedicación!
